Antes de obtener tu crédito hipotecario es importante que además de conocer todos los beneficios a los cuales te haces acreedor, también seas consciente de todas las responsabilidades que adquieres con este préstamos para tu vivienda.
Uno de los puntos más relevantes, es saber elegir la tasa de interés más adecuada para tu situación económica y que no te genere ningún problema para solventar este gasto.
Recuerda que durante los primeros años de vida de este crédito, pagarás principalmente los intereses, por lo que aquí te decimos los distintos tipos para que sepas elegir de la mejor manera.
Interés fijo
Al solicitar tu crédito hipotecario con este tipo de interés, la tasa de interés anual que debes de cubrir no cambiará. Esto significa que durante todo el tiempo que tienes para cubrir la deuda, ni tus mensualidades ni tu porcentaje de intereses se verán afectados por los cambios que pueda sufrir el mercado financiero, sin importar la duración de tu acuerdo.
Interés variable
Con este tipo de intereses, el porcentaje de la cuota que debes de cubrir se modifica cada año. El aumento o disminución de este porcentaje se determina de acuerdo a la tasa de interés fijada que otorga el Banco de México y a la inflación o movimientos financieros que se puedan presentar en el mercado.
Debes tener presente que las mensualidades serán inestables durante toda la vida del crédito hipotecario si eliges este tipo de intereses.
Tasa de interés fija
Cuando tramitas tu crédito hipotecario con una tasa de interés mixta, durante los primeros años del plazo se establece un porcentaje de interés fijo; después del plazo establecido, se analizarán las condiciones del préstamo para modificar las cuotas y año con año comenzarás a cubrir una tasa variable.
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Recuerda que posteriormente es posible deducir los intereses pagados en tu crédito hipotecario, lo cual te podría ser bastante útil ya que el monto que te sea devuelto puede equivaler incluso a una mensualidad de tu deuda.
